ESCUELA SABÁTICA LA MANÁ
19 diciembre 2019
18 enero 2019
LECCIÓN 3 PARA EL 19 DE ENERO EL MENSAJE DE JESÚS A LAS SIETE IGLESIAS
Mensaje a la iglesia de EFESO: De 31 a
100. Hasta la muerte de Juan.
Apo
2:2-7 Yo conozco tus obras, y tu trabajo, y tu paciencia; y que no puedes
soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles y no lo
son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y tienes paciencia, y
has trabajado por mi nombre, y no has desfallecido.
Pero
tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de
dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré
pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Pero
tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también
aborrezco.
El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere,
le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.
Al
principio, la iglesia de Efeso se distinguía por su sencillez y fervor. Los
creyentes trataban seriamente de obedecer cada palabra de Dios, y sus vidas
revelaban un firme y sincero amor a Cristo. Se regocijaban en hacer la voluntad
de Dios porque el Salvador moraba constantemente en sus corazones. Llenos de
amor para con su Redentor, su más alto propósito era ganar almas para él. No
pensaron en atesorar para sí el precioso tesoro de la gracia de Cristo. Sentían
la importancia de su vocación y, cargados con el mensaje: “Sobre la tierra paz;
entre los hombres buena voluntad,” ardían en deseos de llevar las buenas nuevas
de la salvación a los rincones más remotos de la tierra. Y el mundo conoció que
ellos habían estado con Jesús.
Mensaje a ESMIRNA: De 323 a 538. Hasta
que Justiniano da poderes políticos al Papado.
Apo
2:9-11 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres
rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, mas son
sinagoga de Satanás. No tengas ningún temor de las cosas que has de
padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros a la cárcel, para que
seáis probados; y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y
yo te daré la corona de la vida.
El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere no
recibirá daño de la muerte segunda.
Mensaje
a PÉRGAMO: De 323 a 538. Hasta que Justiniano da poderes políticos al Papado.
Apo
2:13-17 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está la silla de
Satanás; y retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que
Antipas fue mi fiel mártir, el cual fue muerto entre vosotros, donde Satanás
mora.
Pero
tengo unas pocas cosas contra ti; que tú tienes ahí a los que retienen la
doctrina de Balaam, el cual enseñaba a Balac a poner tropiezo delante de los
hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer
fornicación.
Así
también tú tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la cual yo
aborrezco. Arrepiéntete, porque si no, vendré pronto a ti, y pelearé
contra ellos con la espada de mi boca.
El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere,
daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la
piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo
recibe.
Mensaje a TIATIRA: De 538 a 1517. Hasta
la Reforma de Lutero.
Apo
2:19-29 Yo conozco tus obras, y caridad, y servicio, y fe, y tu
paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. Pero tengo
unas pocas cosas contra ti; porque permites a esa mujer Jezabel, que se dice
profetisa, enseñar y seducir a mis siervos a fornicar y a comer cosas
sacrificadas a los ídolos.
Y le
he dado tiempo para que se arrepienta de su fornicación; y no se ha
arrepentido. He aquí, yo la arrojaré en cama, y a los que adulteran con
ella, en muy grande tribulación, si no se arrepienten de sus obras. Y
heriré a sus hijos con muerte; y todas las iglesias sabrán que yo soy el que
escudriño los riñones y los corazones; y daré a cada uno de vosotros según sus
obras.
Pero
a vosotros digo, y a los demás en Tiatira, a cuantos no tienen esta doctrina, y
no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás. No pondré
sobre vosotros otra carga. Pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo
venga. Y al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré
potestad sobre las naciones; las regirá con vara de hierro, y serán
quebradas como vaso de alfarero; como también yo he recibido de mi Padre;
y le daré la estrella de la mañana. El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias.
Mensaje
a SARDIS: De 1517 a 1798. Hasta el encarcelamiento del Papa.
Apo
3:1-6…Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás
muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir;
porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues,
de lo que has recibido y oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velares,
vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
Pero
aun tienes unas pocas personas en Sardis que no han contaminado sus vestiduras;
y andarán conmigo en vestiduras blancas; porque son dignas. El que
venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro
de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus
ángeles. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias.
Mensaje a FILADELFIA: De 1798 a 1844.
Hasta el fin de los 2.300 días.
Apo
3:8-13 Yo conozco tus obras: he aquí, he dado una puerta abierta delante
de ti, la cual ninguno puede cerrar; porque aún tienes un poco de fuerza, y has
guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. He aquí, yo entrego de la
sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten;
he aquí, yo haré que vengan y adoren delante de tus pies, y que reconozcan que
yo te he amado. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre todo el
mundo, para probar a los que moran sobre la tierra.
He
aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu
corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y
nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el
nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del
cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias.
Mensaje a LAODICEA: De 1844 a … Hasta el
fin.
Apo
3:15-22 Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Quisiera
que fueses frío o caliente! Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente,
te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido,
y no tengo necesidad de nada; y no conoces que tú eres un desventurado, y
miserable, y pobre, y ciego, y desnudo.
Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado
en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se
descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que
veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y
arrepiéntete.
He
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, yo le daré
que se siente conmigo en mi trono; así como también yo he vencido, y me he
sentado con mi Padre en su trono. El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias.
06 enero 2019
LECCIÓN 2 Para el 12 de enero En medio de los candelabros
Patmos,
una isla árida y rocosa del mar Egeo… para el siervo de Dios esa lóbrega
residencia llegó a ser la puerta del cielo… En los primeros años sus ojos
habían sido alegrados por el panorama de colinas cubiertas de bosques, verdes
valles, y llanuras fructíferas; y en todas las hermosuras de la naturaleza se
había deleitado en descubrir la sabiduría y el poder del Creador…. Allí,
alejado de las bulliciosas actividades de la vida, y de sus intensas labores de
años anteriores, disfrutó de la compañía de Dios, de Cristo y de los ángeles
del cielo, y de ellos recibió instrucciones para guiar a la iglesia de todo
tiempo futuro… Allí escribió las visiones que recibió de Dios… para que fuera
anunciando el seguro propósito del Señor acerca de cada nación de la tierra.
¡Cuán
ciego y sin sentido es el orgullo humano! Observe el hombre alguna vez la
gloria del cielo en las horas de la noche… y mire hacia arriba los cielos
estrellados, y aprenda a humillar su orgulloso espíritu en la presencia del
Infinito…
En
la experiencia que adquirió el apóstol Juan bajo la persecución, hay una
lección de maravilloso poder y ánimo para el cristiano. Dios no impide las
conspiraciones de los hombres perversos, sino que hace que sus ardides obren
para bien a los que en la prueba y el conflicto mantienen su fe y lealtad. A
menudo los obreros evangélicos realizan su trabajo en medio de tormentas y
persecución, amarga oposición e injusto oprobio. En momentos tales recuerden
que la experiencia que se adquiere en el horno de la prueba y aflicción vale
todo el dolor que costó. Así Dios acerca a sus hijos a sí mismo, para poder
mostrarles sus debilidades en contraste con su fortaleza. Les enseña a apoyarse
en él. Así los prepara para afrontar emergencias, para ocupar puestos de
confianza, y para cumplir el gran propósito para el cual les concedió sus
poderes.
En
todos los tiempos los testigos señalados por Dios se han expuesto al vituperio
y la persecución por amor a la verdad. José fue calumniado y perseguido porque
mantuvo su virtud e integridad. David, el mensajero escogido de Dios, fue
perseguido por sus enemigos como una fiera. Daniel fue echado al foso de los
leones porque se mantuvo fiel al cielo. Job fue privado de sus posesiones
terrenales y estuvo tan enfermo que le aborrecieron sus parientes y amigos;
pero aun así mantuvo su integridad. Jeremías no pudo ser disuadido de decir las
palabras que Dios le había ordenado hablar; y su testimonio enfureció tanto al
rey y a los príncipes que le echaron en una inmunda mazmorra.
Jesús
no presentó a sus seguidores la esperanza de alcanzar gloria y riquezas
terrenas ni de vivir una vida libre de pruebas. Al contrario, los llamó a
seguirle en el camino de la abnegación y el vituperio.
Así
será con todos los que deseen vivir píamente en Cristo Jesús. Persecuciones y
vituperios esperan a todos los que estén dominados por el espíritu de Cristo.
En
toda ocasión y lugar, en todas las tristezas y aflicciones, cuando la
perspectiva parece sombría y el futuro nos deja perplejos y nos sentimos
impotentes y solos, se envía el Consolador en respuesta a la oración de fe.
Cristo
no nos ha prometido ayuda para llevar hoy las cargas de mañana. Ha dicho;
“Bástate mi gracia” (2 Corintios 12; 9); pero su gracia se da diariamente, así
como el maná en el desierto, para la necesidad diaria. Solamente un día es
nuestro, y en el hemos de vivir para Dios.
El
verdadero seguidor de Cristo no debería desmayar al recibir reproches…
Cuando
creamos realmente que Dios nos ama y quiere ayudarnos, dejaremos de
acongojarnos por el futuro…. desaparecerán todos nuestros tormentos y
dificultades; nuestra voluntad quedará absorbida por la voluntad de Dios.
El
día del Señor mencionado por Juan era el sábado, el día en el cual Jehová
descansó de su gran obra de creación, el que él bendijo y santificó porque
había descansado en él. El sábado fue tan sagradamente observado por Juan en la
isla de Patmos como cuando estaba entre el pueblo, predicando en ese día… La
ley de Jehová no podía ser cambiada, y las tablas en las cuales él escribió la
ley eran de sólida piedra, lo cual simbolizaba la inmutabilidad de sus
preceptos.
Juan
estaba, por así decirlo, a solas con Dios. Al aprender más del carácter divino,
por medio de las obras de la creación, su reverencia hacia Dios aumentaba… No
es algo liviano pecar contra Dios: erigir la perversa voluntad del hombre en
oposición a la voluntad de su Hacedor. Conviene a los mejores intereses de los
hombres, aun en este mundo, obedecer los mandamientos de Dios.
De
repente su meditación se detiene; alguien le habla en tonos distintos y claros.
Se da vuelta para ver de dónde viene la voz, y he aquí ¡contempla a su Señor, a
quien él ha amado, con quien ha caminado y ha hablado, y cuyo sufrimiento sobre
la cruz ha presenciado! ¡Pero cuán cambiada es la apariencia del Salvador! Ya
no es “varón de dolores, experimentado en quebranto”. Isaías 53:3.
Al
discípulo amado le fueron concedidos privilegios que raramente conocieron otros
mortales…. se había asimilado tan estrechamente con el carácter de Cristo, que
el orgullo no encontró lugar en su corazón. Su humildad no consistía en una
mera profesión; era una gracia que lo cubría tan naturalmente como un vestido.
Siempre trataba de esconder sus propios actos justos, e impedir cualquier cosa
que pudiera atraer la atención a sí mismo. En su Evangelio, Juan menciona al
discípulo al cual Jesús amó, pero esconde el hecho de que el discípulo así
honrado era él mismo. Su conducta era carente de egoísmo. En su vida cotidiana
enseñaba y practicaba la caridad en el sentido más pleno. Tenía un alto
concepto del amor que debe existir entre los hermanos naturales y los hermanos
cristianos. Presenta e insiste en la práctica de este amor como una
característica esencial de los seguidores de Jesús. Sin la presencia de esta
caridad, todas las pretensiones de llevar el nombre de cristianos son vanas.
Juan
era un maestro de la santidad práctica. Presenta reglas inequívocas para la
conducta de los cristianos. Deben ser puros de corazón, correctos en sus
maneras. En ningún caso deben estar satisfechos con una profesión vacía. Declara
con términos inequívocos que ser cristiano es ser semejante a Cristo.
La
vida de Juan era una vida de esfuerzo ferviente para conformarse con la voluntad
de Dios… tenía un sentido tal de la pureza y la exaltada santidad de Cristo,
que su propio carácter aparecía, en contraste, excesivamente defectuoso. Y
cuando Jesús en su cuerpo glorificado, le apareció a Juan, fue suficiente una
vislumbre de su gloria para que el apóstol cayera como muerto.
Tales
serán siempre los sentimientos de aquellos que conocen mejor a su Señor y
Maestro. Cuanto más de cerca contemplan la vida y el carácter de Jesús, más
profundamente sentirán su propia pecaminosidad, y tanto menos estarán
dispuestos a pretender santidad de corazón, o a jactarse de su santificación.
01 enero 2019
LECCIÓN 1 Para el 5 de enero El Evangelio de Patmos
La
emocionante verdad que ha estado sonando en nuestros oídos por muchos años,
"el Señor está cerca; estad preparados", no es menos cierta hoy que
cuando primero oímos el mensaje.
El
libro del Apocalipsis se inicia con una orden a entender Ia instrucción que
contiene... Cuando... comprendamos lo que significa este libro para nosotros,
se verá entre nosotros un gran reavivamiento (Testimonios para los ministros,
pp. 113, 114).
En
el apocalipsis están reveladas las cosas profundas de Dios… es una
"revelación de Jesucristo" en acción para perfeccionar un pueblo en
la tierra a fin de que pueda reflejar su carácter inmaculado, y para guiar a su
iglesia a través de las vicisitudes de la historia hacia la realización del
propósito eterno de Dios.
"En
el Apocalipsis se encuentran y terminan todos los libros de la Biblia", y
es, en un sentido especial, "el complemento del libro de Daniel" (HAp
419). Mucho de lo que estaba sellado en el libro de Daniel (ver com. Dan. 12:4)
es revelado en el libro del Apocalipsis, y los dos deben estudiarse juntos.
El
centro de su mensaje es el tema del gran conflicto, que enfoca especialmente el
fin catastrófico de este mundo y el establecimiento de otro nuevo. Todo esto se
presenta en lenguaje eminentemente simbólico, que no siempre permite una exacta
interpretación (ver com. Eze. 1: 10). Al hablar de las cosas sobrenaturales, el
lenguaje literal es a veces completamente inadecuado para presentar las más
primorosas realidades del cielo. (ver t. V, p. 194; cf. t. III, p. 1129).
Cuando
como pueblo comprendamos lo que significa este libro para nosotros, se verá
entre nosotros un gran reavivamiento.
En
lo pasado algunos maestros declararon que Daniel y Apocalipsis son libros
sellados, y el pueblo se ha apartado de ellos.
El
mismo nombre Apocalipsis contradice la declaración de que es un libro sellado.
“Revelación” significa que algo de importancia es revelado. Las verdades de
este libro se dirigen a los que viven en estos últimos días. Nos encontramos en
el lugar santo de las cosas Las santas escrituras sagradas, con el velo
quitado.
No
hemos de estar afuera. Hemos de entrar, no en forma descuidada, con
pensamientos irreverentes, no con pasos impetuosos, sino con reverencia y
piadoso temor.
Dediquemos
más tiempo al estudio de la Biblia. Nos acercamos al tiempo en que las
profecías del libro del Apocalipsis han de cumplirse...
25 diciembre 2018
LECCIÓN 13 PARA EL 29/12/2018
Restauración final de la unidad
Cristo
dijo: no se turbe vuestro corazón… (San Juan 14:1) yo hago nuevas todas las
cosas, allá no habrá más llanto ni clamor, ni dolor. (Isaías 11:1-10)
Esforzaos, no temáis, (Isaías 35:4) reinaréis por los siglos de los siglos,
palabras fieles y verdaderas. (Apocalipsis 21:1-5; 22:1-5)
Se
nos está prometida una tierra nueva, que todo será restaurado y hecho nuevo,
que las relaciones serán restauradas con la resurrección de los muertos en
Cristo, los que hayamos quedado, los que vivimos, nos uniremos a los
resucitados para recibir a Cristo en
gloria.
En
la tierra nueva, todo será diferente, el lobo estará junto al cordero, el león
comerá paja como el buey, se edificará y no morará otro en nuestro lugar, no
afligirán ni harán mal, comeremos un fruto cada mes y reinaremos por los siglos
de los siglos.
Durante
mucho tiempo hemos esperado el regreso de nuestro Salvador. Pero no por eso la
promesa es menos segura. Pronto nos encontraremos en nuestro hogar prometido.
(La segunda venida y el cielo. Pp. 65)
Nos
aproximamos rápidamente al fin de la historia terrena, y al comprender que
Jesús en realidad está por venir debemos ponernos de pie y trabajar como no lo
hemos hecho nunca antes. Se nos pide que hagamos resonar la alarma ante la
gente. Y debemos mostrar en nuestras propias vidas el poder de la verdad y la
justicia. (Consejos para la iglesia. Pp. 646)
No
bajemos el estandarte, sino mantengámoslo ondeando en alto mientras
contemplamos a Aquel que es el Autor y Consumador de nuestra fe. (Consejos para
la iglesia. Pp. 649)
Persuadamos
a hombres y mujeres por doquiera a arrepentirse y huir de la ira venidera.
Despertémoslos para que se preparen inmediatamente; porque muy poco sabemos de
lo que nos espera. (Consejos para la iglesia. Pp. 649)
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